Buscando inspiración

No Solo Buscamos Amor

Creo que es seguro decir que todos buscamos una pareja. Alguien que nos entienda o nos quiera o nos aguante y nosotros también.

Todos podemos andar el camino pero, ¿no es más fácil andar de la mano que avanzar en soledad?

“Buscando el amor”, rezaba el anuncio en los clasificados. Me imaginé brevemente cómo sería esa persona.

En tiempos de Internet, con todo mundo cargando celulares y tabletas, un anuncio en el periódico parecía algo prehistórico.

Bueno, considerando que estaba leyendo un periódico, sentado en una banca frente al parque, mirando de frente un lago artificial con patos y parejas en botes de remos, tal vez era mi tipo de persona.

Escribí un mensaje al correo que venía anunciado.

Busco amor. ¿Qué buscas tú?

Unos minutos después me contestó: “Busco amor. ¿Qué buscas tú?”.

“¡Duh!”, pensé, pero me detuve antes de comenzar mi respuesta.

¿Qué era lo que en realidad buscaba?

Ya había encontrado el amor. Me enamoré y me casé con quien sentía el amor de mi vida. Pensé que estaríamos juntos siempre.

Solo necesitas amor, ¿no?

Pero después de que alguien se va a pesar de que hay amor, como que eso de que solo necesitas amor no parece tan contundente.

¿Qué más buscaba? ¿Dinero?

Supongo que eso todos. De tener amor y dinero a solo tener amor, como que la primera suena más promisoria. De hecho, mucha gente prefiere solo dinero; total, el amor se puede fingir.

En otros anuncios y perfiles he visto que buscan “intereses comunes”.

Suena lógico. Si vas a pasar la vida con alguien, al menos que tengan algo en común, ¿no?

No siempre basta tener algo en común

Pero me he enamorado perdidamente de alguien que no lee mis mismos libros, no ve mis mismos programas ni le gusta la misma comida que a mí.

Y ella se ha enamorado de mí. Podremos ser personas distintas pero el tiempo que pasamos juntos es mágico.

¿Sexo? Bueno, eso ni se diga pero, aunque parezca difícil de creer, he visto que cualquiera que se ponga a la tarea puede conseguirlo sin mucho problema. Y si no, un poco de dinero puede solucionar eso.

¿Entonces? ¿Qué es lo que en realidad busco?

Mientras pensaba en la respuesta, vi un aspirante a pintor frente a su cuadro inconcluso.

Su cuadro mostraba el lago en lo que parecía un atardecer, aunque faltaba mucho que pintar. Me imaginé que había venido a terminar, aunque también me pregunté qué es lo que esperaba.

¿Qué es lo que en realidad buscamos?

Fue entonces cuando me llegó.

Era lo mismo que esperaba el pintor, lo que esperamos todos para ponernos en acción: inspiración.

Mi “alma gemela” no habría tenido mis mismos intereses o dinero pero me inspiraba.

Cuando estaba con ella no me faltaban ideas. Parecía que solo tenerla cerca me provocaba hacer más, buscar más, crecer más.

Inspiración para ver el mundo de una forma que nadie se imagina, fuera del caos y de la desesperanza que todos los demás ven.

Escribí una sola palabra: “Inspiración”.

No recibí respuesta.

Tal vez pensaba que estaba loco, que no sabía de qué estaba hablando o que mejor esperaba a alguien más.

No importa.

Siempre podré encontrar lo que busco. Hace algún tiempo no tendría esperanza pero ahora… ¡Todo puede pasar!

Enrollé mi periódico y comencé a caminar hacia mi auto. El pintor había recibido una llamada de su musa: su pincel llenaba los vacíes con trazos coloridos y seguros.

El atardecer no tardaría en llegar y pintar un nuevo color en todo, un regalo para quien quisiera verlo.

Inspirador.

 

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