Buscando malas parejas

Magda siempre dijo que todos los hombres eran iguales. Hasta que dejé de verla, todas las parejas que tuvo le fueron infieles.

Lo malo es que, al ser hombre, entraba en esta categoría, aunque había una razón para no tomárselo tan a pecho.

Para quienes la conocíamos de toda la vida, sabíamos qué pasaría: ella conseguiría otro vividor, todos nos daríamos cuenta cuando le ponía el cuerno y ella lo negaría hasta el último momento.

Después, al darse cuenta sin lugar a dudas, lo botaría y seguirían unas semanas de lloriqueo y de quejas de que “todos los hombres son iguales”.

Así como Magda, conocí a muchas mujeres que siempre dijeron que los hombres éramos infieles, golpeadores, vividores, ladrones y mentirosos.

Yo no soy ninguna de esas cosas (bueno, tal vez algo mentirosillo, pero nada más cuando una mujer me pregunta si se ve gorda) y muchos de mis amigos tampoco.

Y sin embargo, ninguna de estas chicas nos ha hecho caso en años de conocernos.

Realmente salen a buscar al siguiente que les hará lo mismo y saben exactamente cómo encontrarlo.

Y luego por qué siempre encuentran un hombre “igual”.

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